PORQUE NOS AGRADAN LOS OSOS

By Elen Suamol

Que tendrán los osos que nos apasionan tanto; serán sus redondeces, su vellosidad, el que un gordito siempre  es bonachón, etc. Quizá sea todo en conjunto. Los hombres que tenemos el gusto por otros hombres tenemos diferentes motivos de atracción por nuestros iguales. Creo estamos consientes, que una gran mayoría se va por el tamaño del pene de con quién quiere echarse un raund en la cama, y si lo dudan vean todo aquel medio que sirva para encuentros o búsquedas de pareja y verán que es uno de los requisito o deseos de una gran mayoría, muy importante para algunos, muy superficial para mi opinión. Pues la verga no lo es todo y si la persona en su totalidad.

La apariencia de un oso es de hombre fuerte, viril y si lo quieres ver así, de muy macho. Yo como hombre busco un hombre que tenga apariencia como tal. En especial para mí, su vellosidad me es muy excitante, pero también sus redondeces; ver sus enormes pectorales cubiertos de vello, sus prominentes y redondas nalgas, sus voluminosas piernas y sobre todo sus brazos, con forma,  como si fueran de un león, cubiertas de pelos, esas  manos me harán alucinar con sentirme acariciado y estrujado con la fuerza de sus grades manos y si se carga con unas buenas bolas y un hermosos pene. El tamaño no tiene que ver con la belleza de este, quizá el grosor si, más no el tamaño, me sentiré más que satisfecho.

Un  hombre gordo, por lo general tiene un rostro agradable, sonriente que te da confianza, muchos de ellos conservan rasgos infantiles. Tal vez este también sea un factor de su atractivo. Ver un rostro que de principio te da ternura en marcado con una barba cerrada o con el verdor que se ve en la piel de una barba recién rasurada abriendo paso a lo que viene,  al ir bajando la mirada te topas con… ¡el triangulo de la tentación!,  una camisa abierta mostrando su cachondo pecho, porque eso si, como les gusta presumirse, para el gusto y placer nuestro y si el oso en la mira es tímido su  vellos se mostraran rebeldes asomándose por arriba del cuello de la camisa o playera, nada mas cachondo y tentativo que la sorpresa de saber qué es lo que sigue. No necesitaran enseñarnos más, nuestra mirada se encargara de inspeccionar todo el cuerpo, que aunque vestido nos mostrara el volumen de nalgas, panzas, pecho, piernas  y paquete, aun si este es pequeño se muestra voluminoso.

 

Esa combinación de virilidad y ternura nos hará caer en las garras de ese oso y si tenemos suerte y también le agradamos haremos de nuestras vidas un idilio. Sobre todo si es una persona de buenos sentimientos, a veces con nada más verles la cara descubrimos esto, pero no hay que confiarse ya ven que de todo hay en las viñas del señor.  

Para aquellos que les gustan los mayorcitos están los osos polares con apariencia de Santa Claus  o de abuelito apapachador, y para los que tienen el síndrome de Electra deseando ser acariciados por su papi también hay bastantes maduritos de muy buenos bigotes.  Así que  a darle rienda suelta a tus placeres con a tu teddy bear, oso polar, chubby boy.

Les dejo imágenes para que suspiren y tengan materia prima para sus sueños húmedos y sus pensamientos sicalípticos, espero les agrade. ¡Y buenos sueños!