Translate

sábado, 20 de septiembre de 2014

El encanto de tu entrepierna

Un despertador de morbo por excelencia
Hablar o escribir sobre la verga puede ser muy extenso y además nos encanta, tanto escribir o hablar como la misma verga ja ja. Pero la verga, pene, pito, cabezona, etc. Como le quieras llamar tiene un encanto fascinante. Es un tercer personaje en una relación sexual y amorosa, el objeto que nos puede orgullecer o avergonzar; pues quien la tiene grande la presume y quien la tiene pequeña la esconderá.
Se vuelve potente y provocadora
Desde su forma hasta la funcionalidad son muy interesantes y no me refiero precisamente a su funcionalidad a la hora de la cogida sino a sus reacciones propias del pene, su estructura y sus acciones. No me negaran que muchas veces nos encanta ver como aumenta mágicamente de tamaño ante una situación de excitación. Algunas veces vemos penes muy pequeños que erectos crecen a un tamaño muy antojable, de verse frágiles se vuelven potentes y con una dureza indomable y secretando una humedad provocadora y les vemos escurrir goteos que nos indican que quieren algo que estamos muy dispuestos a brindar.
La entre pierna que nos
 hara morbosear

Aunque muchas de las veces estas situaciones nos puedan meter en aprietos, pues como dicen por ahí “una erección es como la riqueza, quien la tiene, se le nota y  no la puede esconder” aunque también es lo que nos puede hacer tener una buena conquista sobre todo en lugares de ligue como los que ya conoces.
A parte de inspirarnos al placer a sido musa
de fotógrafos que quieren captar toda la acción de la erección
Una verga erecta siempre despertara el morbo de quien la vea, sea homosexual o no, pues muchas veces son los heterosexuales que presumen la erección ajena, algunas veces como burla pero al fin la hacen notoria, al que le gusta tratara de ser discreto para verle lo mas que pueda, pero muchas veces su discreción es mas cínica que discreta y los más descarados no la dejaran de mirar y trataran de convencer al portador que se las deje disfrutar ya sea con una buena manoseada, mamada o cogida, lo que hará sentirse muy bien al portador que se sentira deseado, admirado y hasta codiciado pues no faltaran dos o tres calenturientos que se la estén debatiendo y si no me creen, pues súbanse a metrear en el putivagón, observen los grandes paquetes de vergas paradas y verán cómo no faltaran quienes se lo anden perreando.
Lograr erectarla en la boca, mezclando
 secreciones, es una exquisitez
Cuando uno agarra un pene, aun flácido, es suave,  frágil, que se acentúa la idea de ser frágiles con el par de huevos que le cuelgan encantadoramente y de un tamaño que probablemente la podamos abarcar con la palma de la mano; no faltaran más de dos o tres apretones y la reacción al instante harán que este tome un tamaño adecuado para darnos placer, ya sea simplemente con la mano, con una buena chaqueta o nos provocara llevar nuestra boca a ella, si en ese momento eso puede ser posible  ¿verdad?; algo que también resulta encantador es hacerla crecer dentro de nuestra boca con una buena ensalivada y que sus líquidos semiles se mezclen con nuestra baba o saliva con lo cual la lubricaremos para que resbale adecuadamente en nuestros agujeritos de placer.
Goteara por la necesidad de que nosotros estamos dispuestos a dar y disfrutar

 Cuando somos muy visuales o voyeristas nos podremos conformar con solo mirarle crecer a la reacción de nuestros propios manoseos o simplemente observarle como cuelga, se bambolea o quizá ver su belleza estructural su forma cilíndrica coronada con su cabeza, glande, que le dará personalidad y sus venas cual vestimenta provocadora o como cuerdas sostenedoras de esos grandes huevos adecuadamente colgados en desigualdad y que me dicen de los matices de la vellosidad que adornara ese cuadro realista de placer, sobre todo si nos encantan eso cabrones osos peludos. En fin les digo que el tema es extenso e inacabable que ha inspirado a artistas, pintores, fotógrafos, poetas, cineastas a poner atención sobre  este dador de vida y crear algo que le represente, algunos días hasta el creador se inspira dando forma a arboles, frutos, cactus, etc.
Embellecidos por el matiz de los pelos, nos emocionan con mas enfansis

La acción divina de una verga parada

1 comentario:

  1. No cabe duda que una verga siempre ejerce fascinación y deseo, aún la de nosotros mismos. Somos narcisos y hay que reconocerlo, nos gusta la y aunque presumamos de activos, ésta es buena parte del atactivo que nos lleva a tener sexo con alguien sin importar mucho ese tonto estribillo de que "mi tipo es..." Alguien con la verga parada es una invitación a darñe una buena mamada y dedearlo simultanéamente para, si resistimos a este preámbulo, cogérnoslo.

    ResponderEliminar