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lunes, 2 de julio de 2012

EL GAY ¿NACE O SE HACE?








La ciencia ha buscado desde hace mucho una respuesta, al hecho de si un homosexual ¿nace o se hace?. Tiempo atrás se manejaron teorías de que la homosexualidad era un trastorno mental y se manejaban una gran variedad de métodos de curación, algunos tan violentos que si les quitaban lo gay a la misma par que la vida. Incluso aun en estos tiempos todavía hay personas que creen esto posible. Sobre todo aquellos que tienen un fanatismo religioso y creen que la preferencia de hijo, pariente, etc. Es una maldición divina de la que se quieren librar, por equivocadamente, creen que ellos también serán enjuiciados, por el creador, por las puterias del pariente. Y recurren a todo tipo de formas de curación,  sin buenos resultados.


Pero quien mejor que nosotros que lo vivimos en carne propia para estar consientes de la realidad. Platicando con varios de mis amigos sobre el tema hubo diferentes respuestas y llegamos a la conclusión de que no hay una respuesta contundente y se le puede dar luz verde a ambas teorías. ¿La razón? En el grupo, grande por cierto, habíamos de ambos lados de la moneda. Uno decía “ pues yo nací y me hicieron, pues mi primo me cogió cuando yo tenía cinco años, pero yo lo busque ¡putito desde chiquito! y no me sentí agredido, más bien me siento agradecido, pues aparte de abrirme el culo me abrió el maravilloso mundo del sexo. Y a partir de ahí  no he parado de ponerle ja ja” concluía gustoso. Otro comentaba “No, yo nací. Ser jotita era mi destino, desde que tengo uso de razón me siento niña, siempre quería ponerme vestiditos, jugar con las muñecas y ser muy cuquis, así fui creciendo como una hermosa damita, llego el tiempo de las pinturitas en el rostro, los chinitos en el pelo y muy diferente a esta ¡¡cochina!!,- refiriéndose al compañero que ya había dado su opinión-, yo llegue a la adultez virgen y con el deseo de encontrar a mi príncipe azul. ¡claro! Que ya me canse de besar y coger con sapos y el desgraciado no llega”-causando risa a todos los presentes.

He aquí el camino a nuestra perdición o dire ¿a nuestra diversión?

El mas buga dice “yo era normal, crecí como todo machín en la adolescencia tuve mis noviecitas, me llegue a casar, pero un día chupando con mi compadre, ya bien pedos nos empezamos a cachondear. Ambos nos sentimos avergonzados, después de esto, y no nos vimos por un tiempo, pero nuestras esposas nos obligaban a juntarnos en las fiestas familiares, hasta que agarramos confianza de nuevo y las parrandas continuaron. Un día sin pensarlo ya me lo estaba cogiendo y en otro instante a mí también me toco entregar armas. El placer  que conocí al ser penetrado, y además, el placer de cogerte  a  otro cabrón  que me las entregaba y hasta cierto punto me obedecía, me genero el gusto por estar con alguien de mi mismo sexo. Yo me divorcie para no generar culpas, mi compa sigue casado, fue mi amante por un tiempo hasta que encontré otros que me dedicaran tiempo completo, Así que yo sí puedo decir que me hice”.


Así como estas hay muchas historias, que no nos vamos a poner a narrar aquí, pues no es el objetivo. Por todo lo que contamos en esa platica, como ya lo había dicho, se dieron personas en ambos grupos, y no se pudo definir una respuesta concreta. Las respuesta a estas teorías podrían ser individuales, todos reaccionamos diferente, hay quien fue violado de pequeño y le encanto, sobre todo si no hubo violencia, hay otros que de una violación les queda una patología que les hará infelices toda su existencia y no serán ni heterosexuales ni homosexuales y si unos temerosos a interrelacionarse con otra persona sexual y emocionalmente sea de su mismo sexo o no.  Quedan tan mal, que su infelicidad los vuelve amargados, homofóbicos, pederastas y algunos ¡imagínense! hasta sacerdotes.

Los sexólogos hablan de que el punto “G” en nosotros loa varones se encuentra en la próstata y para llegar a ella el mejor camino es el ano, por lo tanto al ser penetrados el rose de una verga con nuestra próstata es lo que genera ese placer orgásmico que tanto buscamos, sin importar tamaño alguno, el hecho del que el tamaño si importa es mas psicológico. Claro que ya en la práctica y la experimentación vamos descubriendo muchas otras formas de placer como una buena mamada, unas buenas chupadotas en pezones, nalgas, pecho, huevos, etc. La diferencia entre nacer y hacerse, según observe, radica en el tipo de homosexual que terminaras siendo, pues no todos somos iguales, el que nace, por lo general tiene tendencia a ser femenino, quizá por las hormonas, y seran los travestis, los transexuales, los amanerados y afeminados de closet, etc. Sus sentimientos van más a ser mujeres en todos los sentidos, traen la emoción, el sentimiento y la ilusión de que algún día se les vea como toda una mujer, de que tipo no lo sabemos, pues algunos son muy putas en su comportamiento y otras son como los príncipes borbones; educados, correctos y muy afeminados, ¡santas y putas a la vez! Pues muy educadas y correctas, pero también corretean a la que se pone tiesa para obtener placer.


 Los que se hacen, gays por supuesto, son esos que se niegan a perder su apariencia viril dígase: leathers, osos (y todas sus variantes), chacales y muchas veces bisexuales,  pues se niegan a aceptarse en su totalidad y cogen todo el tiempo con varones y cada vez en nunca con alguna despistada que les sirve para taparle el ojo al macho ¡y eso si se la coge! ATENCIÓN, Pues no estoy diciendo que todos los bicicletos sean así.

Estos hombres encontraron el placer prostático y se negaron a no volver a probarlo, hombres que les gusta coger con hombres y nada más, sin etiquetas ni compromiso alguno con nada, incluso no se involucran en el ambiente y algunos hasta despotrican contra la comunidad.
Mas importante que definir si se nace o se hace, es que ya que estas metido en el ambiente te aceptes de la mejor forma posible. Estar consientes de que eres una persona con gustos por personas de tu mismo sexo. Esto no quiere decir que lo griten a los cuatro vientos y si que cuando tengas que verte como tal no te avergüences y tengas malos sentimientos llámese depresión, culpabilidad, etc. Sobre todo a la hora de la práctica sexual. Porque luego nos tocan esos que quieren ser hasta líderes del  movimiento y al momento de la cogedera… “¡que no besan!, que por ese hoyo NO, que esas son ¡¡cochinadas!!,  Que el dedo…¡¿ No?!, Que si es pecado, ¡y Dios nos va castigar!, Que… mejor ahí nos vemos  porque me da miedo” Que la ¡chingada! Les gusta ¿o no? , sino que no nos quiten el tiempo, el espacio y el oxigeno a todos esos que le agradecemos a la vida por tener esta condición de putos, eso sí, PUTOS, ¡y bien satisfechos! No importando por donde te guste.
No importa si las teorías diga, que si naci, que si me hice. Ya estoy aquí y Me importa saber quien soy, como soy, que me gusta y por donde me gusta y si estoy consciente de todo esto mi rostro mostrara una sonrisa de satisfacción que me dará la fuerza para luchar por mis derechos y sentiré el orgullo de ser, ¡¡el orgullo gay!!




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