Recuerdo que en una ocasión en que jugábamos
botella, después de una tarde de desmán, con unos amigos en los cuales se
encontraban algunos extranjeros y ya estando en la fase del juego donde todos
perdimos la oportunidad de permanecer vestidos y al calor de la desnudes surgen las preguntas atrevidas con toque
sexual, recuerdo, que un japonés hizo una pregunta, que para muchos resulto
asquerosa e hicieron gestos, la cuestión era que si alguna vez habíamos comido
caca, ¡si mierda! Todos hicieron cara de asco y negaban con movimientos en la
cabeza. En ese momento yo pensé y pregunte que quienes había practicado un beso
negro o le habían lamido en culo a sus amantes en turno, varios afirmaron que
si, incluso hubo algunos con actitud presuntuosa pues presumían de ser muy
buenos amante y entonces dije “pues todos ustedes ya han probado la mierda,
pues el culo de tu amante debió tener aunque sea la mas mínima parte de esta.
Muy cierto que a lo mejor
nos resulta aberrante el pensar en comer excremento a
cucharadas como si fuera una natilla, pero en el momento de la pasión sin
medida al querer quedar bien como un experto y lamerle el culo a tu amante en
turno y hasta penetrarlo con la lengua nos toque una leve embarrada de caca, ese
sabor acido y amargoso con el que algunas veces nos topamos en esta acción, no
es otra cosa que un poco de caca y no quiere decir que la persona con la que
estas cogiendo se sucia, simplemente es que si es un conducto por donde sale
esta es normal que quede un poco y es la que te toque probar. No creo y nunca
lo he vivido que a la hora de la cogida nos estemos apurando en lavar cada
parte que usaremos más bien lo hacemos después de de haberlo usado, claro, que
si hay quien se apura por asearlo antes, sobre todo cuando ya se vive una
relación con alguien, ya sea como pareja o como amante, con quien practicamos
el sexo programado,
pues para lavártelo tendrás que saber que en ese día te
toca, pero en las cogidas ocasionales imposible, la verdad es que si alguien, a
quien me acabo de ligar, se pusiera a lavarse los genitales me provocaría
desconfianza pensando en que es lo que trata de quitar antes del encuentro. Se
dice que si uno se tiene la higiene cotidiana no abra suciedad y como dicen que
es más seguro que tengas mas bacterias en la boca que en la verga pues esa la
traes bien guardadita y protegida de todo virus o bacteria exterior, y le
aseguro que para besar ni nos apuramos y menos si trae sabor a un chicle de
menta, ja- ja porque si viéramos una boca sucia ,quizá, ni la besaríamos,
algunas veces nos topamos con alientos fétidos que ni siquiera es por falta de
higiene incluso son bocas limpias con hermosas dentaduras pero huelen mal tal
vez por un problema de hígado o estomago.
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Hay veces que con el fuerza de abrir el ano, hasta los pedos se nos salen y estos pueden ir con sorpresitas |
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El ano y su propietario pueden estar muy limpios pero en la parte interna hay secreciones que no controlamos |
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En los calzones se pueden guardar los humores del día, pero esto puede resultar cachondo y excitante olerlos |
Aunque para ser sinceros la exigencia
de limpieza es un
rollo muy personal, pues como dicen por ahí “nunca falta un
roto para un descocido” y hay quien le gusta disfrutar las secreciones fétidas
y olores acumulados y hasta dicen “que entre más mugroso más sabroso” y les
gusta disfrutar una lluvia dorada y hasta una cagada con el sexo, de hecho aquí
en el blog me he topado con comentarios de quien le gusta comer el queso de la
verga, o sea, el esmegma y dicen que entre más manteca más rica la mamada o que
la verga es como el pozole entre mas puerco tenga más sabroso es. Y si habemos
quien nos encanta beber la leche de nuestros machos abra quien más atrevidos se
los quiera comer todos incluyendo su caca, Muy respetable siempre y cuando se
haga de forma consensada y las personas involucradas lo disfruten.
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Hay secreciones que nos encanta recibir, como la leche de nuestro macho, y luego compartirlas en un rico beso |
Existe el otro lado de quienes no
quisieran tener contacto con el sudor ni con la saliva, que es lo más común que
se comparta a la hora de la pasión, son esos tipos que enseguida de que se
vienen les entra la desesperación por un pedazo de papel higiénico pues les
urge limpiarse y detestan que uno los embadurne de semen, mucho menos se lo
tragaran es mas nunca te la mamaran por miedo a que te vengas sin aviso previo,
igual al penetrarte les da mucho asco que el condón o su verga salga embarrada
de un poco de excremento, aunque a veces hay que ser más permisivos y no tan
exagerados a estos hechos, pues sino terminaremos haciendo gestos con el sexo
lugar de demostrar que nos ha encantado la buena acogida que nos acabamos de
echar. No podemos estar haciéndonos baños colonicos todas las mañanas antes de
salir a trabajar por si en el camino tenemos suerte y nos ligamos a alguien.
Tal vez si ya establecimos como pareja y somos tan fieles como el amor lo exige
y tenemos un sexo programado si nos prepararemos para recibirlos limpios por
fuera y por dentro y nos penetren sin preocupación alguna, pero lo cierto es
que no hay nada más rico que el sexo ocasional por el alboroto hormonal del
instante y nos dejemos llevar por la pasión sin la preocupación de nada y menos
de la limpieza, al fin y al cabo nos podemos dar una buena bañada al termino y
gozar otro rato de su desnudez al lavarle sus cuerpos incluyendo muy adentro de
sus anos y si no somos tan prejuiciosos al termino de la pasión quedarnos dormidos
bien empiernaditos, abrazados ambientados con nuestras secreciones y nuestros
olores a la enjundia acabada de vivir y nos recuerdo lo grato que fue el
orgasmo que nos acabamos de echar.
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Nos encanta quedar bañados de semen de sus olores y ricos sabores |
No debemos olvidar que los olores
corporales muchas veces nos resultan afrodisiacos, el sentir el olor de nuestro
macho ya sea de sus axilas o de su entre pierna, del ano nos provoca excitación
y la mayoría de las veces es como el contacto de nuestro amor por ellos, su
olor nos encanta ya sea el natural o hasta del perfume que usan es normal
sentir una aroma y decir cómo me recuerda a este cabron que ame tanto o esa
pinche apeste me recuerda a ese culero que no sé ni por que estuve clavado con
él. En fin vivamos nuestra sexualidad como
más nos plazca con sus ricos y excitantes olores o recién lavaditos pero cojan
rico.
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