Translate

sábado, 11 de abril de 2015

La caricia invitadora

Si un paquete no nos da la señal hay que tener cuidado de no meternos en problemas 
Cuando uno andan por las calles en busca de un buen palo o simplemente andando en el trasporte público para realizar las labores cotidianas como compras, paseo, trabajo, etc. Vamos observando tipos y sobre todo vamos mirando sus paquetes, haber si encontramos algo que nos atraiga. Muchas veces nos topamos con galanes que nos atraen tanto físicamente o por el bulto que se les asoma, pero tenemos miedo a acercarnos pues no tenemos la certeza de que tenga nuestras preferencias y cometamos el error en meternos en problemas, seguro que si el fulano se da cuenta de nuestras miradas y es de ambiente lo primero que hará es la caricia invitadora,  ósea, pasarse la mano sobre su trozo de carne y si se da cuenta que le seguimos viendo se la seguirá acariciando hasta que se le pare y si es atrevido hasta se la sacara para provocarnos más deseos de chuparnos esa verga o de que nos dé una buena cogida.
La señal de que tenemos permiso de seguir
mirando e incluso de acercarnos a manosear,
 lo demás se da sólito

Las caricias al paquete es una buena invitación a un rato de placer, pero también hay quien se limita a solo un acto de exhibicionismo conjugado con voyerismo. Existen quienes son unos expertos a la casa de este tipo de placeres y recurren al putivagon, baños públicos o donde sea para ligar y hay quien hasta gravan a los inocentes calenturientos que no saben que son filmados y los subirán luego a la red.
La verga nos resultara siempre interesante, pero ver los paquetes ajenos es una curiosidad morbosa de mirar la silueta y el volumen y si el portador se la acaricia para mostrarnos lo que tiene y además es parte de una invitación a perderse en un rato de lujuria con él, pues perfecto, nos perderemos en esa silueta cilíndrica que nos dará el placer de pecar y disfrutar el poder de su hombría.
En el mundo de los paquetes hay mucho por descubrir, admirar, tocar y disfrutar
Resulta muy interesante descubrir si lo que hay debajo de la bragueta es lo mismo que hemos imaginado. Algunas veces  les veamos un gran paquete e imaginamos que nos encontraremos una gran verga y resulta que el volumen tan solo era unos grandes huevos, que para ser honestos a muchos también  nos encanta encontrarnos unas enormes bolas para chuparlas y tragarlas; algunas otras veces también nos encontramos unos grandes trozos sosteniendo unas  pelototas y quedamos más que contentos. Pero no necesariamente tienen que ser una gran verga lo que esperamos ver, algunas veces nos topamos con paquetes pequeños y cuando los acariciamos toman un buen tamaño para darnos el placer que buscamos. Pero sobretodo podremos encontrar que ese paquete es el extremo de un buen cabrón que nos pueda ser feliz para toda la vida y no solo por su paquete o darnos un rato de placer y decirnos adiós, que es otra de las opciones el obtener una buena satisfacción.
No hay nada mas rico que toquetearse y manosearse con enjundia y
 si eso sirve de invitación a que alguien se nos agregue que mejor

Finalmente las caricias en el paquete son ese lenguaje no verbal que manejamos los homosexuales  para ligar y la mayoría de las veces nos funciona muy bien para lograr nuestros objetivos que son una buena cogida, un rato de placer y con suerte ese paquete es el amor de nuestras vidas.
Hay veces que observar desde ciertos ángulos nos dan unas vistas maravillosas
La mano sobre el cinturón y los otros dedos enmarcando el paquete, es una primer señal para aplicarse

Las siluetas tentadoras que nos presumen y con suerte hasta disfrutaremos

No hay comentarios:

Publicar un comentario